Mantener la mampara y el plato de ducha impecables no siempre es sencillo, pero con esta breve guía que le traemos desde Aperta, en Vigo, le resultará mucho más sencillo. Las manchas de cal, los residuos de jabón y la humedad constante pueden hacer que su ducha pierda su brillo, pero no se preocupe, aquí le presentamos cuatro consejos infalibles para que luzca siempre como nueva.
1. La potencia del vinagre blanco
El vinagre blanco es su mejor aliado contra la cal. Para limpiar la mampara, le recomendamos mezclar partes iguales de vinagre blanco y agua en un pulverizador. Rocíe generosamente toda la superficie de la mampara y déjelo actuar durante unos 10-15 minutos. El vinagre descompone los depósitos de cal, facilitando su eliminación. Pasado este tiempo, frote con una esponja suave o un paño de microfibra y aclare con abundante agua. Verá cómo la mampara recupera su transparencia. Para el plato de ducha, puede aplicar la misma solución y frotar con un cepillo suave para eliminar la suciedad incrustada.
2. Bicarbonato de sodio para manchas difíciles
Si se enfrenta a manchas más persistentes, especialmente en el plato de ducha, el bicarbonato de sodio es la solución. Cree una pasta espesa mezclando bicarbonato con un poco de agua. Aplique esta pasta sobre las manchas y déjela actuar durante unos 20-30 minutos. El bicarbonato es un abrasivo suave que ayuda a levantar la suciedad sin dañar las superficies. Posteriormente, frote con un cepillo y aclare. Es especialmente efectivo en juntas y rincones donde la suciedad tiende a acumularse.
3. Secado inmediato para prevenir
Este no es un truco de limpieza en sí, sino de prevención. Después de cada ducha, tómese un minuto para secar la mampara y el plato de ducha con una rasqueta de goma o un paño de microfibra. Este simple gesto evita la acumulación de cal y moho, reduciendo drásticamente la frecuencia con la que tendrá que realizar limpiezas a fondo. Es una costumbre que, a la larga, le ahorrará mucho tiempo y esfuerzo.
4. Limpieza semanal para un brillo constante
Para mantener su ducha en perfectas condiciones, establezca una rutina de limpieza semanal ligera. Utilice un limpiador multiusos específico para baños o una solución de agua y jabón neutro. Repase rápidamente la mampara y el plato de ducha, prestando atención a las zonas donde suele acumularse más suciedad. Una limpieza regular y superficial es mucho más efectiva que esperar a que la suciedad se incruste.
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